lunes, 10 de junio de 2019

Ovogénesis, espermatogenesis, y embarazo

La formación de las células sexuales. Las células sexuales o gametos son células especiales que presentan la mitad de cromosomas que las células del resto del cuerpo, las denominadas células somáticas. Gracias a ello cuando se juntan dos células sexuales de diferente tipo para formar la primera célula somática del nuevo ser, se recupera el número de cromosomas propio de estas células. Si no fuera así los hijos tendrían el doble de cromosomas que sus padres. Hace falta recordar que un cromosoma es una molécula de ADN enrollada sobre si misma y que un gen es un segmento de ADN que contiene una información sobre una determinada característica del organismo. En los humanos las células somáticas tienen 46 cromosomas y los gametos tienen 23 cromosomas.
El paso de células somáticas a células sexuales se denomina meiosis y consiste en dos divisiones celulares sucesivas. Hay dos tipos de meiosis: la espermatogénesis o generación de las células sexuales de los hombres, que son los espermatozoides, y la ovogénesis o generación de las células sexuales de las mujeres, que son los óvulos. En la espermatogénesis por cada célula madre se originan 4 espermatozoides, mientras que en la ovogénesis por cada célula madre sólo se origina un óvulo, puesto que en cada división se degrada una de las dos células hijas.
Se diferencian dos tipos de cromosomas, los que determinan el sexo del individuo, los denominados cromosomas sexuales, que son el cromosoma X y el cromosoma Y, y los 44 cromosomas restantes, los denominados cromosomas no sexuales que son comunes a mujeres y hombres. Si en las células hay dos cromosomas X el individuo es mujer y si hay un X y un Y el individuo es un hombre. En el dibujo siguiente se expone como es la gametogénesis en la rata. En los humanos el proceso es un poco más complicado, puesto que el espermatozoide no se une a un óvulo sino a un ovocito de segundo orden.
 
 

2. El ciclo menstrual
. Se denomina menstruación o regla al desprendimiento del endometrio, que es la capa que tapiza el interior del útero. Este proceso va acompañado de pérdida de sangre y de molestias que pueden ser importantes, dura entre 3 y 5 días y se repite cada 28 a 32 días, por lo cual recibe el nombre de ciclo menstrual. La menstruación está controlada por dos hormonas hipofisárias, la FSH y la LH.

1) La FSH estimula que madure un folículo ovárico y que los ovarios produzcan las denominadas hormonas estrógenas, las cuales estimulan el engrosamiento del endometrio del útero.
2) La LH provoca que el folículo ya maduro libere su óvulo (ovulación) y que se transforme en cuerpo lúteo, el cual produce la hormona progesterona que actúa estimulando la continuación del engrosamiento del endometrio. La ovulación se produce cuando la concentración de LH en la sangre alcanza su máxima superioridad respecto a la concentración de la FSH.
3) Cuando la hormona progesterona empieza a disminuir se produce el desprendimiento del endometrio o menstruación, que dura de 3 a 5 días. El óvulo se libera unas dos semanas después del inicio de la menstruación y tiene una vida de unas 24 horas, durante las cuales puede ser fecundado.
3. La fecundación. Los espermatozoides inyectados en la vagina ascienden por el útero y luego por las trompas de Falopio. Si no encuentran ningún óvulo mueren al cabo de unos 3 o 4 días. Si estos lo encuentran, lo rodean pero sólo uno consigue atravesar su membrana e introducir su núcleo . Este, que contiene 23 cromosomas, se une al núcleo del óvulo, que también contiene 23 cromosomas, y se forma una célula con un núcleo que contiene 46 cromosomas, el denominado cigoto, que es la primera célula del nuevo individuo. Enseguida el cigoto se empieza a multiplicar (desarrollo embrionario) y da lugar al embrión. La primera estructura que se forma es una masa maciza de células (la mórula) que desciende por la trompa. A partir de ella se forma una masa con un hueco interior (la blástula) que se implanta sobre la mucosa uterina (nidación). Esto sucede aproximadamente unos seis días después de la fecundación.
4. El crecimiento embrionario. A partir de los vasos capilares del embrión y del endometrio se forma la placenta. Este órgano permite aportar oxígeno (O2) y nutrientes desde la sangre materna al embrión y transferir el dióxido de carbono (CO2) y los productos de excreción (básicamente urea) producidos por el embrión a la sangre materna. A partir de las nueve semanas el embrión ya tiene una longitud de 3 a 4cm, pesa unos 2 a 4g, dispone de casi todos los órganos y presenta forma humana, por lo que recibe el nombre de feto. El periodo que va desde el momento de la fecundación hasta el parte se denomina embarazo. Normalmente dura unos nuevo meses.
5. El parto. Es el proceso de expulsión del feto. En él se pueden distinguir tres fases:
a) Fase de dilatación. En ella se inician las contracciones uterinas que pasan de producirse cada 30 minutos a darse cada 3 minutos. La criatura es impulsada hacia delante produciéndose la rotura del amnios (romper aguas), que es la bolsa llena de agua donde ha vivido el embrión, y se dilata el cuello de útero que pasa de 4mm a 11cm. Esta fase dura unas 8 horas.
b) Fase de expulsión. En ella las contracciones se dan cada 2 minutos y son más intensas, lo cual provoca la salida de la criatura al cabo de una media hora. Entonces se procede a poner el niño cabeza abajo y se le da una palmada en la espalda para que vacíe de agua los pulmones y empiece a respirar (primer llanto), y se le corta y anuda el cordón umbilical. Unos días después éste se seca y cae quedando una cicatriz denominada ombligo.
c) Fase de nacimiento. En ella, unos 20 minutos después del nacimiento, se reinician las contracciones y se expulsa la placenta que previamente se había desprendido, proceso que viene acompañado de pequeñas hemorragias.
6. Normas de prevención de enfermedades de transmisión sexual. En el siguiente tema se tratan las enfermedades de transmisión sexual, como por ejemplo el SIDA y la hepatitis B y C. Estas tres enfermedades, que son o pueden ser mortales, se han incrementado mucho en estos últimos años por un exceso de confianza. Conviene recordar que la norma básica de su prevención es no tener nunca relaciones sexuales sin utilizar un preservativo, con una persona de la cual no tengamos plena seguridad de que no mantiene o ha mantenido relaciones sexuales recientes con una tercera persona. Delante de la duda siempre es mejor abstenerse o utilizar un preservativo.














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