¿Qué es la Ecología Humana?
La
ecología es la ciencia de las relaciones entre los seres vivos y su medio ambiente. La
ecología humana trata de las relaciones entre las personas y el medio ambiente. El medio ambiente, en la ecología humana se percibe como un
ecosistema
(ver Figura 1.1). Un ecosistema es todo lo que existe en un área
determinada – el aire, el suelo, el agua, los organismos vivos y las
estructuras físicas, incluyendo todo lo construido por el ser humano.
Las porciones vivas de un ecosistema – los microorganismos, las plantas y
los animales (incluyendo a los seres humanos) – son su
comunidad biológica.
Los ecosistemas pueden ser de cualquier tamaño. Un pequeño estanque
en un bosque es un ecosistema, y el bosque entero es un ecosistema. Una
granja es un ecosistema, y un paisaje rural es un ecosistema. Las
villas, los pueblos y las grandes ciudades son ecosistemas. Una región
de miles de kilómetros cuadrados es un ecosistema, y el planeta Tierra
es un ecosistema.
Aunque los seres humanos son parte del ecosistema, es útil pensar en
la interacción de los seres humanos y el ecosistema como la interacción
del
sistema social humano y el resto del ecosistema (ver Figura 1.1). El sistema social incluye todo acerca de las personas, su
población y la psicología y
organización social
que moldean su comportamiento. El sistema social es un concepto central
en la ecología humana porque las actividades humanas que ejercen algún
impacto sobre los ecosistemas están fuertemente influenciadas por la
sociedad en que viven las personas. Los valores y conocimientos – que
constituyen juntos nuestra cosmovisión como individuos y como sociedad –
determinan la manera en que procesamos e interpretamos la información y
cómo la traducimos en acción. La tecnología define nuestro repertorio
de acciones posibles. Estas posibilidades son limitadas por la
organización social, y las instituciones sociales que especifican
conductas socialmente aceptables, transformándolas en acciones reales.
Al igual que los ecosistemas, los sistemas sociales pueden tener
cualquier escala – desde una familia hasta la totalidad de la población
humana en el planeta.
Figura 1.1 Interacción del sistema social humano y el ecosistema.
El ecosistema proporciona servicios al sistema social transportando
materia, energía e información hacia el sistema social, para satisfacer
las necesidades de las personas. Estos
servicios ambientales
incluyen el agua, combustibles, alimentos, materiales para confeccionar
vestimentas, materiales de construcción, y oportunidades de recreo. Los
movimientos de materia son evidentes; los de energía e información no
lo son tanto. Cada objeto material contiene energía, cosa que resulta
más conspicua en el caso de alimentos y combustibles, y cada objeto
contiene información en la manera en que está estructurado u organizado.
La información puede moverse de los ecosistemas a los sistemas
sociales, independientemente de la materia. La detección de una presa
por un cazador, la observación que un agricultor hace de su parcela, la
evaluación del tráfico que hace el habitante de una ciudad cuando cruza
una calle, y un refrescante paseo por el bosque, son transferencias de
información del ecosistema al sistema social.
La materia, energía e información se mueven del sistema social al
ecosistema como consecuencia de las actividades humanas que ejercen
algún impacto sobre el ecosistema:
- Las personas afectan al ecosistema cuando utilizan recursos como agua, peces, madera, y tierras de pastoreo.
- Después de utilizar los materiales de los ecosistemas, las personas los devuelven como desechos.
- Las personas modifican o reorganizan intencionalmente los
ecosistemas existentes, o los crean nuevos, para satisfacer sus
necesidades de la mejor manera posible.
Mediante la utilización de máquinas o trabajo humano, las personas
utilizan energía para modificar o crear ecosistemas moviendo materiales
dentro de ellos, o entre unos y otros. Transfieren información del
sistema social al ecosistema siempre que modifican, reorganizan o crean
un ecosistema. El cultivo que siembra un agricultor, el espaciado entre
cultivos, la alteración de la comunidad biológica de un campo mediante
el deshierbe, y la modificación de la química del suelo al aplicar
fertilizantes no son solamente transferencias de materiales, sino
también transferencias de información, ya que el agricultor reestructura
la organización del ecosistema de su granja.
Un ejemplo de interacción entre el sistema social y el ecosistema:
la destrucción de animales marinos mediante la pesca comercial
La ecología humana analiza las consecuencias de las actividades
humanas como una cadena de efectos a través del ecosistema y el sistema
social humano. La siguiente historia es acerca de la pesca. La pesca se
dirige hacia una parte del ecosistema; es decir, los peces, pero tiene
efectos imprevistos en otras partes del ecosistema. Esos efectos
desencadenan una serie de efectos adicionales del ecosistema hacia el
sistema social y viceversa (ver Figura 1.2).
Figura 1.2 Cadena de efectos a través del ecosistema y el sistema social (pesca comercial oceánica).
Las
redes de deriva son redes de nylon que no se
pueden ver dentro del agua. Los peces se enmallan en las redes de deriva
cuando tratan de nadar a través de ellas. Durante los años ochenta, los
pescadores utilizaron miles de kilómetros de redes de deriva para
atrapar peces en todos los océanos del mundo. A mediados de esa década
se descubrió que las redes de deriva estaban matando un gran número de
delfines, tortugas, y otros animales marinos que se ahogaban al quedar
enredados – una transferencia de información del ecosistema al sistema
social ilustrada en la Figura 1.2.
Cuando las organizaciones conservacionistas se dieron cuenta de lo
que las redes le estaban haciendo a los animales marinos, iniciaron
campañas en contra del uso de redes de deriva, movilizando a la opinión
pública y presionando a gobiernos con el fin de obligar a los pescadores
a abandonar esta práctica. Los gobiernos de algunas naciones no
respondieron, pero otras llevaron el problema ante la Organización de
las Naciones Unidas, que aprobó una resolución para que todos los países
dejaran de utilizar redes de deriva. Al principio, muchos pescadores no
querían dejar de utilizarlas, pero sus gobiernos los obligaron a
cambiar. Después de algunos años, los pescadores cambiaron de redes de
deriva a palangres y otras artes de pesca. Los palangres, que ostentan
muchos anzuelos con cebo en un cordel que mide con frecuencia varios
kilómetros de largo, han sido un arte de pesca muy común durante muchos
años. Los palangres usados actualmente por los pescadores ponen en el
agua un total de varios cientos de millones de anzuelos en los océanos
del mundo.
La historia de la red de deriva muestra cómo las actividades humanas
pueden generar una cadena de efectos que pasa de un lado a otro entre el
sistema social y el ecosistema. La pesca afectó al ecosistema (al matar
delfines y focas), lo que a su vez condujo a un cambio en el sistema
social (en la tecnología pesquera). Y la historia continúa hasta hoy.
Hace unos seis años se descubrió que los palangres están matando grandes
cantidades de aves marinas, especialmente albatros, cuando las líneas
son tiradas al agua desde los barcos. Mientras los anzuelos se van
desenrollando de la popa de un barco hacia el agua, las aves vuelan
hacia ellos para comerse la carnada de los anzuelos que flotan detrás
del barco, muy cerca de la superficie del agua (ver Figura 1.3). Las
aves son atrapadas por los anzuelos, arrastradas bajo el agua, y
ahogadas. Ya que algunas especies de aves podrían ser llevadas a la
extinción local si no se suspende su matanza, los gobiernos y los
pescadores están investigando modificaciones a los palangres para
proteger a las aves. Algunos pescadores están utilizando una cubierta en
la popa de sus barcos para evitar que las aves alcancen los anzuelos, y
otros están añadiendo peso a los anzuelos para hundirlos más allá del
alcance de las aves antes de que éstas puedan llegar a ellos. También se
ha descubierto que las aves no acuden a la carnada que ha sido teñida
de color azul.
Figura 1.3 Pesca con palangres.
Esta historia continuará durante muchos años, mientras los ef