Propiedades de los gases
Los gases presentan las siguientes propiedades:
- Intangibles, incoloros, insaboros. La mayoría de los gases son transparentes, imposibles de tocar, y además carecen de color y sabor. Esto último varía enormemente, sin embargo, y muchos gases poseen un olor característico e incluso un color típico observable.
- Carecen de volumen propio. Por el contrario, ocupan el volumen del contenedor en el que se encuentren.
- No poseen forma propia. También asumen la de su contenedor.
- Pueden dilatarse y contraerse. Tal y como los sólidos y los líquidos, en presencia de calor o de frío.
- Son fluidos. Mucho más que los líquidos, los gases carecen prácticamente de fuerzas de unión entre sus partículas, pudiendo perder su forma y desplazarse de un recipiente a otro ocupando todo el espacio disponible.
- Tienen alta difusión. Los gases pueden mezclarse fácilmente entre sí debido al espacio entre partículas que poseen.
- Son solubles. Así como los sólidos, los gases pueden disolverse en agua u otros líquidos.
- Son muy compresibles. Puede obligarse a un gas a ocupar un volumen más pequeño, forzando las moléculas a estrecharse entre sí. Así es como se obtiene el gas licuado (líquido).
Sublimación de gases
La sublimación es un proceso físico de cambio de fase, que permite convertir un sólido en un gas directamente, sin pasar primero por una etapa líquida.
Este proceso es menos común y suele involucrar condiciones puntuales de presión y de temperatura, pero podemos observarlo en el hielo seco (o hielo de CO2) a temperatura ambiente: el bloque sólido desprende un leve vapor que no es otra cosa que la sustancia recuperando su estado gaseoso original.
Evaporación de los gases
La evaporación es un proceso de cambio de fase sumamente común, que conduce a un líquido a convertirse en gas, mediante la añadidura de energía (calor).
La ponemos en práctica a diario en la cocina, cada vez que hervimos agua, por ejemplo, o en la ducha cuando el agua muy caliente se convierte en vapor observable como una nube blanquecina.
Condensación de los gases
La condensación es el proceso opuesto a la evaporación, esto es, un proceso de cambio de fase que conduce del estado gaseoso al líquido, debido a la pérdida de energía calórica.
Esta energía perdida hace que las partículas del gas vibren más despacio, permitiéndoles aproximarse y enlazarse más estrechamente, como ocurre sobre un vidrio frío en día lluvioso, o sobre las plantas y otras superficies con el rocío.
Sublimación inversa de los gases
La sublimación inversa, como su nombre lo indica, es el camino opuesto de la sublimación, o sea, el paso del estado gaseoso al estado sólido sin pasar primero por un momento de liquidez.
Este proceso requiere de condiciones de presión y temperatura muy específicas.
Cuando las sustancias puras en estado gaseoso se solidifican en forma de cristales, se denomina cristalización. Es el caso de los cristales de hielo que caen durante las nevadas.
Plasma
El estado plasmático de la materia es considerado un cuarto estado de agregación, pero presenta enormes semejanzas con los gases, ya que básicamente se trata de un gas ionizado.
Esto significa que es un gas cuyas partículas han perdido electrones y han adquirido una carga electromagnética determinada. Existen plasmas fríos, como el empleado en las lámparas de “lava”, o plasmas calientes, como el fuego que rodea al Sol.
Ejemplos de gases
Algunos ejemplos de gases son:
- Hidrógeno (H2). El gas diatómico más común del universo entero.
- Helio (He). Insípido, incoloro e inerte. Es el menos soluble en agua de todos los gases.
- Metano (CH4). Hidrocarburo gaseoso de olor desagradable que se obtiene como producto de la descomposición orgánica.
- Aire. Una mezcla heterogénea de hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, argón y otros gases, que respiramos los seres vivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario