martes, 29 de noviembre de 2016

Ecología Humana ( 3 de BGU) Realizar un mapa conceptual



¿Qué es la Ecología Humana?

La ecología es la ciencia de las relaciones entre los seres vivos y su medio ambiente. La ecología humana trata de las relaciones entre las personas y el medio ambiente. El medio ambiente, en la ecología humana se percibe como un ecosistema (ver Figura 1.1). Un ecosistema es todo lo que existe en un área determinada – el aire, el suelo, el agua, los organismos vivos y las estructuras físicas, incluyendo todo lo construido por el ser humano. Las porciones vivas de un ecosistema – los microorganismos, las plantas y los animales (incluyendo a los seres humanos) – son su comunidad biológica.
Los ecosistemas pueden ser de cualquier tamaño. Un pequeño estanque en un bosque es un ecosistema, y el bosque entero es un ecosistema. Una granja es un ecosistema, y un paisaje rural es un ecosistema. Las villas, los pueblos y las grandes ciudades son ecosistemas. Una región de miles de kilómetros cuadrados es un ecosistema, y el planeta Tierra es un ecosistema.
Aunque los seres humanos son parte del ecosistema, es útil pensar en la interacción de los seres humanos y el ecosistema como la interacción del sistema social humano y el resto del ecosistema (ver Figura 1.1). El sistema social incluye todo acerca de las personas, su población y la psicología y organización social que moldean su comportamiento. El sistema social es un concepto central en la ecología humana porque las actividades humanas que ejercen algún impacto sobre los ecosistemas están fuertemente influenciadas por la sociedad en que viven las personas. Los valores y conocimientos – que constituyen juntos nuestra cosmovisión como individuos y como sociedad – determinan la manera en que procesamos e interpretamos la información y cómo la traducimos en acción. La tecnología define nuestro repertorio de acciones posibles. Estas posibilidades son limitadas por la organización social, y las instituciones sociales que especifican conductas socialmente aceptables, transformándolas en acciones reales. Al igual que los ecosistemas, los sistemas sociales pueden tener cualquier escala – desde una familia hasta la totalidad de la población humana en el planeta.
Figura 1.1 Interacción del sistema social humano y el ecosistema. Figura 1.1 Interacción del sistema social humano y el ecosistema.
El ecosistema proporciona servicios al sistema social transportando materia, energía e información hacia el sistema social, para satisfacer las necesidades de las personas. Estos servicios ambientales incluyen el agua, combustibles, alimentos, materiales para confeccionar vestimentas, materiales de construcción, y oportunidades de recreo. Los movimientos de materia son evidentes; los de energía e información no lo son tanto. Cada objeto material contiene energía, cosa que resulta más conspicua en el caso de alimentos y combustibles, y cada objeto contiene información en la manera en que está estructurado u organizado. La información puede moverse de los ecosistemas a los sistemas sociales, independientemente de la materia. La detección de una presa por un cazador, la observación que un agricultor hace de su parcela, la evaluación del tráfico que hace el habitante de una ciudad cuando cruza una calle, y un refrescante paseo por el bosque, son transferencias de información del ecosistema al sistema social.
La materia, energía e información se mueven del sistema social al ecosistema como consecuencia de las actividades humanas que ejercen algún impacto sobre el ecosistema:
  • Las personas afectan al ecosistema cuando utilizan recursos como agua, peces, madera, y tierras de pastoreo.
  • Después de utilizar los materiales de los ecosistemas, las personas los devuelven como desechos.
  • Las personas modifican o reorganizan intencionalmente los ecosistemas existentes, o los crean nuevos, para satisfacer sus necesidades de la mejor manera posible.
Mediante la utilización de máquinas o trabajo humano, las personas utilizan energía para modificar o crear ecosistemas moviendo materiales dentro de ellos, o entre unos y otros. Transfieren información del sistema social al ecosistema siempre que modifican, reorganizan o crean un ecosistema. El cultivo que siembra un agricultor, el espaciado entre cultivos, la alteración de la comunidad biológica de un campo mediante el deshierbe, y la modificación de la química del suelo al aplicar fertilizantes no son solamente transferencias de materiales, sino también transferencias de información, ya que el agricultor reestructura la organización del ecosistema de su granja.

Un ejemplo de interacción entre el sistema social y el ecosistema: la destrucción de animales marinos mediante la pesca comercial

La ecología humana analiza las consecuencias de las actividades humanas como una cadena de efectos a través del ecosistema y el sistema social humano. La siguiente historia es acerca de la pesca. La pesca se dirige hacia una parte del ecosistema; es decir, los peces, pero tiene efectos imprevistos en otras partes del ecosistema. Esos efectos desencadenan una serie de efectos adicionales del ecosistema hacia el sistema social y viceversa (ver Figura 1.2).
Figura 1.2 Cadena de efectos a través del ecosistema y el sistema social (pesca comercial oceánica). Figura 1.2 Cadena de efectos a través del ecosistema y el sistema social (pesca comercial oceánica).
Las redes de deriva son redes de nylon que no se pueden ver dentro del agua. Los peces se enmallan en las redes de deriva cuando tratan de nadar a través de ellas. Durante los años ochenta, los pescadores utilizaron miles de kilómetros de redes de deriva para atrapar peces en todos los océanos del mundo. A mediados de esa década se descubrió que las redes de deriva estaban matando un gran número de delfines, tortugas, y otros animales marinos que se ahogaban al quedar enredados – una transferencia de información del ecosistema al sistema social ilustrada en la Figura 1.2.
Cuando las organizaciones conservacionistas se dieron cuenta de lo que las redes le estaban haciendo a los animales marinos, iniciaron campañas en contra del uso de redes de deriva, movilizando a la opinión pública y presionando a gobiernos con el fin de obligar a los pescadores a abandonar esta práctica. Los gobiernos de algunas naciones no respondieron, pero otras llevaron el problema ante la Organización de las Naciones Unidas, que aprobó una resolución para que todos los países dejaran de utilizar redes de deriva. Al principio, muchos pescadores no querían dejar de utilizarlas, pero sus gobiernos los obligaron a cambiar. Después de algunos años, los pescadores cambiaron de redes de deriva a palangres y otras artes de pesca. Los palangres, que ostentan muchos anzuelos con cebo en un cordel que mide con frecuencia varios kilómetros de largo, han sido un arte de pesca muy común durante muchos años. Los palangres usados actualmente por los pescadores ponen en el agua un total de varios cientos de millones de anzuelos en los océanos del mundo.
La historia de la red de deriva muestra cómo las actividades humanas pueden generar una cadena de efectos que pasa de un lado a otro entre el sistema social y el ecosistema. La pesca afectó al ecosistema (al matar delfines y focas), lo que a su vez condujo a un cambio en el sistema social (en la tecnología pesquera). Y la historia continúa hasta hoy. Hace unos seis años se descubrió que los palangres están matando grandes cantidades de aves marinas, especialmente albatros, cuando las líneas son tiradas al agua desde los barcos. Mientras los anzuelos se van desenrollando de la popa de un barco hacia el agua, las aves vuelan hacia ellos para comerse la carnada de los anzuelos que flotan detrás del barco, muy cerca de la superficie del agua (ver Figura 1.3). Las aves son atrapadas por los anzuelos, arrastradas bajo el agua, y ahogadas. Ya que algunas especies de aves podrían ser llevadas a la extinción local si no se suspende su matanza, los gobiernos y los pescadores están investigando modificaciones a los palangres para proteger a las aves. Algunos pescadores están utilizando una cubierta en la popa de sus barcos para evitar que las aves alcancen los anzuelos, y otros están añadiendo peso a los anzuelos para hundirlos más allá del alcance de las aves antes de que éstas puedan llegar a ellos. También se ha descubierto que las aves no acuden a la carnada que ha sido teñida de color azul.
Figura 1.3 Pesca con palangres. Figura 1.3 Pesca con palangres.
Esta historia continuará durante muchos años, mientras los ef

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