FORMULACIÓN Y NOMENCLATURA: LOS ÓXIDOS
Llamamos óxido a cualquier combinación binaria en la que participa el oxígeno. Casi todos los elementos forman combinaciones estables con el oxígeno y muchos de ellos en varios estados de oxidación.
ÓXIDOS DE ELEMENTOS METÁLICOS
Se conocen como óxidos básicos. En todos ellos el metal actúa con un número de oxidación positivo (I, II, III…) y el oxígeno con su número de oxidación negativo (–II). Debido a la mayor electronegatividad del oxígeno, con respecto a cualquier metal, en la fórmula aparece siempre el metal en primer lugar y, a continuación, el oxígeno.
La fórmula general de los óxidos metálicos es M2On, donde M y n representan el símbolo y el número de oxidación del metal, respectivamente.
- La fórmula general de los óxidos de metales alcalinos es M2O, ya que para todos ellos el número de oxidación es I. Así, obtenemos Li2O, Na2O, K2O, Rb2O…
- La fórmula general de los óxidos de metales alcalinotérreos es MO, ya que los números de oxidación del metal y el oxígeno coinciden (en valor) y se simplifican en la fórmula: BeO, MgO, CaO, SrO…
- Los óxidos de los metales de transición tienen fórmulas que dependen de los estados de oxidación del metal que participa, que incluso pueden variar para un mismo metal. Por ejemplo, la plata solo puede formar el óxido Ag2O (ya que su único número de oxidación es I), mientras que el hierro puede generar los óxidos FeO y Fe2O3 (según sea su número de oxidación II o III). Cuando el número de oxidación del metal es par, se simplifica con el del oxígeno.
Los óxidos se pueden nombrar, de manera general, siguiendo la estrategia de leer la fórmula de derecha a izquierda:
Nomenclatura: óxido de + nombre del elemento metálico.
Sin embargo, como son muchos los metales que pueden actuar con más de un número de oxidación distinto, este debe especificarse en el nombre cuando sea necesario. Al igual que en los hidruros, esto puede hacerse de tres maneras:
- Anteponiendo prefijos multiplicadores (mono–, di–, tri–, etc.) a la palabra óxido y/o al nombre del metal, para indicar el número de ellos que hay en la fórmula (antigua nomenclatura sistemática). El prefijo mono– es superfluo y no se incluye salvo que permita distinguir un compuesto de otro con los mismos elementos.
- Indicando el número de oxidación del metal, justo después de nombrarlo, en números romanos, entre paréntesis y sin dejar espacios (antigua nomenclatura de Stock).
- Indicando el número de carga del catión metálico, en números arábigos y con el signo, entre paréntesis, inmediatamente después de nombrarlo
- Casos ilustrativos:
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