Organización Mundial de la Salud
De acuerdo con la definición que la Organización Mundial de la Salud hace de la lactancia parcial, podríamos distinguir tres tipos diferenciados. Por un lado, tendríamos la lactancia parcial alta,
cuando la leche materna satisface hasta el 80% de los requerimientos
nutricionales del bebé; luego tendríamos la media, definida por una
ingesta superior al 20% e inferior al 80%. Por último, la lactancia
parcial baja se define como aquella en la que las necesidades
alimenticias, calóricas y nutricionales del pequeño o la pequeña sólo se
cubren con un 20% de leche materna.
En definitiva, la lactancia materna parcial viene
definida por el hecho de que los bebés no reciben un aporte nutricional
proveniente de manera exclusiva de la leche materna, sino que también se
genera en otros alimentos, lo que incluye la ingesta de diferentes
clases de leche.
De acuerdo con la OMS, la leche materna es, con
diferencia, el mejor alimento que puede recibir un bebé hasta los seis
meses de edad. En este sentido, si la madre está bien alimentada y el
proceso de producción de leche es óptimo, el pequeño o la pequeña no
deberían necesitar otra clase de alimento den este periodo. A partir de
ahí, es habitual que de manera progresiva se vayan incorporando nuevos
alimentos, texturas y sabores a la alimentación del bebé.
Una de las dudas de las madres a la hora de proceder a incluir nuevos
alimentos y líquidos en la dieta de sus pequeños y, por tanto, reducir
el aporte de leche materna tiene que ver con el miedo a no producir
leche en la cantidad necesaria. En este sentido, desde entidades como la
propia Organización Mundial de la Salud y Unicef
se defiende que si el proceso de lactancia exclusiva ha sido normal a
lo largo de los seis primeros meses (al menos) de la vida del bebé, la
producción de leche por parte de la madre no debería sufrir ningún
decremento en el momento de comenzar la fase de la lactancia parcial.
Es necesario que en esta fase de paso de la alimentación exclusiva a
la parcial a base de leche materna, el control del peso y la talla de tu
pequeño se haga aún más exhaustivo, si cabe. Ten en cuenta que la lactancia parcial no es una etapa sin
vuelta atrás. Si existiera algún problema la lactancia exclusiva puede
prolongarse de cara a garantizar el perfecto desarrollo del bebé. Lo
importante es que seas tú y tu bebé los que marquéis el ritmo y los
periodos en los que se pasa de una fase a otro, que no sea la familia o
la presión social las que os obliguen a tomar decisiones.
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