Calentamiento Global
  El Calentamiento Global es el aumento de la temperatura
  de la Tierra debido al uso de combustibles fósiles y a
  otros procesos industriales que llevan a una acumulación
  de gases invernadero (dióxido de carbono, metano,
  óxido nitroso y clorofluorocarbonos) en la
  atmósfera. Desde 1896 se sabe que el dióxido de
  carbono ayuda a impedir que los rayos infrarrojos escapen al
  espacio, lo que hace que se mantenga una temperatura
  relativamente cálida en nuestro planeta (efecto
  invernadero). Sin embargo, el incremento de los niveles de
  dióxido de carbono puede provocar un aumento de la
  temperatura global, lo que podría originar importantes
  cambios climáticos con graves implicaciones para la
  productividad agrícola. 
  
En enero de 2001 la Comisión Intergubernamental
  de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el
  Cambio Climático presentó un informe en el que se
  ponía de manifiesto que la temperatura media de la Tierra
  había aumentado 0,6 grados en el siglo XX. Asimismo este
  informe prevé que la temperatura media del planeta
  subirá entre 1,4 y 5,8 ºC entre 1990 y 2100. Este
  aumento provocará cambios en el nivel del mar (desde
  finales de la década de 1960 ha crecido entre 0,1 y 0,2 m
  y aumentará entre 0,09 y 0,88 m entre 1990 y 2100),
  disminución de la cubierta de hielo y nieve (desde finales
  de la década de 1960 ha disminuido un 10%) y aumento de la
  temperatura media de los océanos.
  
Algunos científicos han planteado que este
  incremento en la temperatura podría ser sólo parte
  de una fluctuación natural. Sin embargo, este
  último informe de la ONU pone de manifiesto que la
  actividad humana contribuye sustancialmente a este cambio
  climático. El calentamiento de la superficie terrestre
  parece deberse, principalmente, al aumento de la
  concentración de gases de efecto invernadero (como el
  dióxido de carbono) en la atmósfera.
  
La contaminación atmosférica es uno de los
  problemas medioambientales que se extiende con mayor rapidez ya
  que las corrientes atmosféricas pueden transportar el aire
  contaminado a todos los rincones del globo. La mayor parte de la
  contaminación atmosférica procede de las emisiones
  de automóviles y de las centrales térmicas que
  queman carbón y petróleo con el fin de generar
  energía para uso industrial y doméstico. El
  dióxido de carbono y otros gases que se liberan en la
  atmósfera producen efectos nocivos sobre los patrones
  atmosféricos y afectan a la salud de las personas,
  animales y plantas.
  
Las naciones industrializadas causan la mayor parte de
  la contaminación atmosférica del mundo, de este
  modo, aunque los Estados Unidos concentran sólo el 5% de
  la población mundial, el país genera el 22% de las
  emisiones de dióxido de carbono producidas en el mundo y
  el 19% de todos los gases que provocan el efecto invernadero, la
  lluvia ácida y el calentamiento global de la
  atmósfera, así como también de la
  disminución de la capa de ozono que rodea la
  Tierra.
  
La lluvia ácida, es una seria amenaza en todo el
  mundo se produce cuando las emisiones de dióxido de azufre
  y óxido de nitrógeno procedentes de la
  combustión de automóviles y centrales
  térmicas que emplean combustibles fósiles vuelven a
  caer sobre la tierra en forma de precipitación
  ácida. Ha provocado la contaminación de numerosos
  lagos en Canadá y el noreste de los Estados Unidos,
  habiéndose registrado este tipo de lluvia incluso en las
  islas Hawai, escasamente industrializadas. En el Reino Unido, el
  57% de todos los árboles han perdido sus hojas de forma
  moderada o grave debido a los residuos corrosivos y en muchas
  partes del mundo la producción de alimentos ha disminuido.
  La lluvia ácida también causa la erosión de
  importantes monumentos y tesoros arquitectónicos, como las
  antiguas esculturas de Roma y la Esfinge en Egipto.
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